
" Todo en ese preciso instante se detuvo. Se detuvo justo en el momento que tus labios rozaron mis labios.
Nuestras narices se frotaron y entonces comprendí lo que aquel dijo una vez. Apareció el cíclope. Tus labios secos humedeciéndose con mi saliba, nuestra saliba.
Y tú tiemblas, tiemblas como la luna en el agua.
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